sábado, 3 de enero de 2015

Liber de Causis y comentarios de Santo Tomás de Aquino.

Clave de bóveda de la sacristía de la Catedral de Troyes
El original del Liber de Causis fue escrito en árabe por un neoplatónico musulmán cuyo nombre se desconoce, y de su versión latina no demasiado complicada en lo fundamental, traducimos aquí narratio como « afirmación », y cogitatio como « razón », siguiendo en esto la explicación de Santo Tomás. El Liber de causis se basa en los Elementos de Teología de Proclo, como el mismo Santo Tomás declara en el proemio a su comentario. Hablando de la scientia divina, o ciencia de la primera causa, indica que in Graeco quidem invenitur sic traditus liber Procli Platonici, continens CCXI propositiones, qui intitulantur elementatio theologica ; in Arabico vero invenitur hic liber qui apud Latinos de causis dicitur (…) unde videtur ab aliquo philosophorum Arabum ex praedicto libro Procli excerptus, praesertim qui omnia quae in hoc libro continentur, multo plenius et diffusius continentyr in illo. Para Aquino se trata, pues, y sin descartar otras posibles influencias (neo)platónicas, de un epítome árabe de Proclo. Aquino lo relaciona también, en su comentario, con la teología « negativa » de Dionisio.

 Añadimos también un comentario de Santo Tomás acerca de la filosofía (neo)platónica que ayudan a disipar algunas prevenciones superficiales hacia su figura y oposiciones fáciles entre aristotelismo-platonismo. 

1)

Liber de causis (circa 850)


V (VI)

57. Causa prima superior est omni narratione. Et non deficiunt linguae a narratione eius nisi propter narrationem esse ipsum, quoniam ipsa est supra omnem causam et non narratur nisi per causas secundas quae illuminatur a lumine causae primae.

57. La causa primera es superior a toda afirmación. Y el lenguaje no puede afirmar nada de ella porque ella misma es afirmación, porque está por encima de todas las causas, y nada puede afirmarse si no es mediante causas segundas, que son iluminadas por la luz de la causa primera. 

58. Quod est quoniam causa prima non cessat illuminare causatum suum et ipsa non illuminatur a lumine alio, quoniam ipsa est lumen purum supra quod non est lumen.

58. Pues la causa primera no cesa de iluminar a su causado, mientras que ella no es iluminada por ninguna otra luz, pues ella es la pura luz sobre la que no hay más luz.

59. Ex illo ergo facta est prima sola cuius deficit narratio, et non est ita nisi quia supra ipsam non est causa per quam cognoscatur,

59. Por eso es la única causa de la que nada puede afirmarse, pues por encima de ella no hay otra causa por la que pueda ser conocida,

60. quia omnis quidem res non cognoscitur et narratur nisi ex causa sua. Cum ergo res est causa tantum et non est causatum, non scitur per causam primam, neque narratur quoniam est superior narratione, neque consequitur eam loquela.

60. porque de nada cabe conocimiento ni afirmación si no es por causa suya. Y cuando una cosa es sólo causa y no causado, no puede saberse de ella mediante la causa primera, ni puede afirmarse nada de ella porque es superior a toda afirmación, ni las palabras pueden aprehenderla. 

61. Quod est quia narratio non fit nisi per loquelam, et loquela per intelligentiam, et intelligentiam per cogitationem, et cogitatio per meditationem, et meditatio per sensum. Causa autem prima est supra res omnes, quoniam est causa eis ; propter illud ergo fit quod ipsa non cadit sub sensu et meditatione et cogitatione et intelligentia et loquela ; non est ergo narrabilis.  

61. Pues la afirmación sólo puede hacerse mediante palabras, y las palabras mediante la inteligencia, y la inteligencia mediante la razón, y la razón mediante el pensamiento, y el pensamiento mediante los sentidos. La causa primera está por encima de todas las cosas, porque es causa de éstas ; y es por ésto que no puede aprehenderse con los sentidos, ni con el pensamiento, ni con la razón, ni con la inteligencia, ni con las palabras ; no puede, por tanto, afirmarse nada de ella. 


2)

Super De causis  (Comentario de Santo Tomás de Aquino)

Lectio 6

De causa autem prima hoc est quod potissime scire possumus quod omnem scientiam et locutionem nostram excedit (…) Unde Dionysius dicit I capitulo mysticae theologiae, quod homo secundum melius suae cognitionis unitur Deo sicut omnino ignoto, eo quod nihil de eo cognoscit, cognoscens ipsum esse supra omnem mentem. Et ad hoc ostendendum inducitur haec propositio : causa prima superior est narratione. Per narrationem autem oportet affirmationem intelligi, quia quidquid de Deo affirmamus non convenit ei secundum quod a nobis significatur ; nomina enim a nobis imposita significant per modum quo nos intelligimus, quem quidem modum esse divinum trascendit. Unde Dionysius dicit II capitulo caelestis hierarchiae quod negationes in divinis sunt verae, affirmationes vero incompactae vel inconvenientes.

De la causa primera esto es lo que con mayor certeza podemos decir: que excede a toda nuestra ciencia y a nuestro lenguaje. (…) Por lo cual Dionisio dice en el cap. I de la Teología mística que el hombre como mejor se une a Dios es como a algo del todo desconocido, de quien él nada conoce, conociendo solamente que está por encima de toda mente humana. Y para indicárnoslo (el autor del Liber de causis) trae esta frase: la causa primera está por encima de toda afirmación (narración). Por « narración » debemos entender « afirmación », pues aquello que sea que afirmamos de Dios no le conviene según el significado que nosotros le damos; los nombres que nosotros le damos significan del modo como nosotros entendemos, modo que el Ser divino trasciende. Por lo que Dionisio dice en el cap. II de la Jerarquía celeste que las negaciones sobre lo divino son verdaderas, las afirmaciones en verdad inadecuadas o inconvenientes.


3)

In librum B. Dionysii De divinis nominibus expositio (Santo Tomás de Aquino)  

Prooemium

(…) Haec igitur Platonicorum ratio fidei non consonat nec veritati, quantum ad hoc quod continet de speciebus naturalibus separatis, sed quantum ad id quod dicebant de primo rerum principio, verissima est eorum opinio et fidei Christianae consona.

(…) Por ello el pensamiento de los platónicos no concuerda con la fe ni con la verdad, en lo que se refiere a las especies naturales separadas, pero en cuanto a lo que decían del primer principio de las cosas, su opinión es la más verdadera y acorde con la fe cristiana.