domingo, 28 de septiembre de 2014

Picapadres, Francmasones y Alquimistas en Palma de Mallorca; por Juan de Velarde.

Portada de la obra.
La Editorial Librería Pardes acaba de publicar el segundo título de su colección El Hilo de Ariadna, un estudio desde el punto de vista tradicional de la arquitectura, patrimonio histórico-artístico y folclórico de la ciudad de Palma de Mallorca. A continuación transcribimos la descripción de la obra que nos proporciona la propia editorial.


Elegida para sus primeros viajes por el Archiduque Luis Salvador de Austria hace algo más de un siglo por lo que aún tenía de inexplorada, Mallorca es hoy por el contrario un destino turístico de primer orden y un lugar mundialmente conocido. Desde que el turismo se convirtió en el motor económico de la isla, se inauguró una desconocida etapa de cambios y  transformaciones que a un ritmo vertiginoso sacudió hasta los cimientos el modo de vida que habían mantenido los mallorquines, sin grandes rupturas, desde la Edad Media. 


   Al igual que otros lugares que se han convertido en destino de un turismo de masas, la Mallorca de hoy, y también Palma, su capital, transmiten una extraña sensación de pérdida de autenticidad, donde la belleza incuestionable del entorno y de sus lugares de interés se mezcla con cierto aire de frivolidad. Es como si entre suvenires y playas, restaurantes y yates de lujo, vacaciones, aviones que aterrizan, y diversiones nocturnas, a veces caracterizadas por su desenfreno, se configurase un decorado tras el cual no habría sitio para nada más.

Pero la verdad es que existió, y en algunas de sus expresiones hasta hace poco, una Mallorca muy diferente, en la que vivieron hombres que tenían un marco de referencia mental tradicional. Y entre esos hombres, algunos prestaron especial interés a los símbolos como expresión de una espiritualidad que anhelaba el conocimiento de las verdades más elevadas. En Palma se han conservado y existen todavía numerosos elementos que pertenecen a esa época, los cuales evocan una mentalidad premoderna y nos hablan de un mundo en el que no era desconocida la iniciación como el primer paso de una vida orientada, en términos platónicos, hacia “la salida de la caverna”. Un mundo que cultivó las artes tradicionales, como la arquitectura, y que pudo dar lugar a obras insuperables como la catedral de Palma o el castillo de Bellver, en las que toda la construcción estaba pensada y articulada en base de una significación superior. 

   Por las páginas de este libro desfilan también templarios y alquimistas, los antiguos masones operativos y la moderna Masonería especulativa, Sibilas, obispos y Reyes, pues en pocos lugares del mundo, todos ellos dejaron tras de sí símbolos tan numerosos y profundos como en Palma de Mallorca, por más que se trate de cosas que actualmente pasan casi completamente desapercibidas para todo el mundo.

Contra todos los estereotipos que subyacen a la industria del sol y la playa, y con las claves para interpretar los símbolos tradicionales presentes en la obra de Rene Guénon, ha llegado el momento de proponer un acercamiento adecuado a los símbolos más importantes presentes en la arquitectura, patrimonio histórico-artístico y el folklore de Palma de Mallorca, que permita poner en valor el extraordinario y verdaderamente excepcional patrimonio simbólico de Palma, dando así a conocer una nueva dimensión de esta ciudad, o mejor dicho, una dimensión olvidada, que como tendrá ocasión de comprobar el lector, se sitúa tan lejos como sea posible pensar, de la imagen de Mallorca que ha acabado por prevalecer.








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